Hoy te quiero compartir una breve sección de El Profeta, escrito por Khalil Gibran.
– “Entonces, dijo una mujer: Háblanos de la Alegría y del Dolor.
– Y él respondió: La alegría es el dolor sin máscara. Y la misma fuente de donde brota tu risa fue muchas veces llenada con tus lágrimas.
– Y ¿cómo puede ser de otro modo? Mientras más profundo cave el dolor en tu corazón, más alegría podras contener. ¿No es la copa que guarda tu vino la misma copa que estuvo fundiéndose en el horno del alfarero?
– ¿Y no es el laúd que apacigua vuestro espíritu la misma madera que fue tallada con cuchillos? Cuando estén contentos, miren en el fondo de sus corazones y encontrarán que es solamente lo que, produjo dolor, lo que les da alegría. Cuando estén tristes, miren de nuevo en su corazón y verán que están llorando, en verdad, por lo que fue su deleite.
– Algunos de ustedes dicen: “La alegría es superior al dolor” y otros: “No, el dolor es más grande.” Pero yo les digo que son inseparables. Vienen juntos y, cuando uno de ellos se sienta con ustedes en la mesa, recuerden que el otro está durmiendo en su lecho. En verdad, están suspensos, como fiel de balanza, entre su alegría y su dolor.
– Sólo cuando vacíos están quietos y equilibrados. Cuando el tesorero se levanta para pesar su oro y su plata, es necesario que su alegría o su dolor suban o bajen.”
Refleccion:
Muchas veces nos enfocamos en buscar felicidad. Tratamos de evitar las situaciones que crean dolor o tristeza. Pero ambos son parte de la vida y no podemos removerlos 100%. Lo que sí podemos hacer es controlar nuestra actitud y utilizar los momentos difíciles de la vida para que nos hagan más fuertes. Incluso en los momentos complicados hay algo que aprender y si buscamos, también habrán oportunidades.
Piensa en un momento difícil de tu vida. Cuando ocurrió, que sentías? Y ahora que ya pasó, como lo ves?
Hablamos pronto,
Rita